navidad 2006
Hola a todos,
Hace un año estaba en Santiago de Chile. Pastel de Choclo y Coca Cola, la tanto esperada comida de Navidad... qué rico el pastel...
Conmigo, ocho chiquillos, ocho chiquillos diferentes, con vidas diferentes, con problemas diferentes pero todos con uno en común. Con el tiempo yo también me dí cuenta... quizás me haya ayudado la cortante niebla de aquella triste mañana, cuando Alejandra y Marcia me llevaron al areopuerto... quizás haya sido la cara de Robinson que, primero el levantarse, fu también el único en despedirse dos veces...
Quizás demasiado tarde, pero sí... me dí cuenta de lo que les faltaba.
Este año lo pasaré en Génova con mi familia, entre los abrazos de personas que me conocen hace tiempo y otras que quizás nunca me han conocido de verdad.
Los recuerdos me llevarán a Santiago, pero el gran calor humano que he encontrado también aquí en España me hará felizmente pensar en la gente con la cual estoy trabajando, los compañeros con los cuales estoy viviendo, los chicos de Glera y los amigos con los cuales estoy compartiendo nuevas experiencias. Todo esto es calor humano.
Todo esto es una nueva posibilidad para crecer. El calor humano de la gente que me rodea me hace crecer y desarrollar. Ahora entiendo porque la vida de aquellos chiquillos ha sido en distintos momentos interrumpida.
Hace un año estaba en Santiago de Chile. Pastel de Choclo y Coca Cola, la tanto esperada comida de Navidad... qué rico el pastel...
Conmigo, ocho chiquillos, ocho chiquillos diferentes, con vidas diferentes, con problemas diferentes pero todos con uno en común. Con el tiempo yo también me dí cuenta... quizás me haya ayudado la cortante niebla de aquella triste mañana, cuando Alejandra y Marcia me llevaron al areopuerto... quizás haya sido la cara de Robinson que, primero el levantarse, fu también el único en despedirse dos veces...
Quizás demasiado tarde, pero sí... me dí cuenta de lo que les faltaba.
Este año lo pasaré en Génova con mi familia, entre los abrazos de personas que me conocen hace tiempo y otras que quizás nunca me han conocido de verdad.
Los recuerdos me llevarán a Santiago, pero el gran calor humano que he encontrado también aquí en España me hará felizmente pensar en la gente con la cual estoy trabajando, los compañeros con los cuales estoy viviendo, los chicos de Glera y los amigos con los cuales estoy compartiendo nuevas experiencias. Todo esto es calor humano.
Todo esto es una nueva posibilidad para crecer. El calor humano de la gente que me rodea me hace crecer y desarrollar. Ahora entiendo porque la vida de aquellos chiquillos ha sido en distintos momentos interrumpida.
RECUERDA: No importa la edad que tienes. Para crecer hace falta dialogar, ser dispuesto a cambiar opinión y punto de vista, reconocer los propios límites y errores, pero sobre todo saber escuchar. Si quien está al rededor tuyo no lo hace, pues creo que hay dos explicaciones:
1) no quiere que tú crezcas y desarrolles tu espíritu crítico, o
2) simplemente no ha crecido todavía...
1) no quiere que tú crezcas y desarrolles tu espíritu crítico, o
2) simplemente no ha crecido todavía...
¡Próspero Año Nuevo!
Marco
2 Comments:
Aca en Santiago de Chile estaras presente en muchas personas, sin duda dejaste una huella, muy dificil de borrar, doy gracias al destino por ponerte en mi camino, aprendi mucho de ti....nunca te olvidare buen "amigo" eres una persona muy importante para mi.
Disfruta los momentos con tu familia y mandales mis cariños un beso enorme y te deseo lo mejor para este nuevo año que se aproxima. Te quiere PILY.
hola primo, estoy de acuerdo con tí por lo que dices sobre el escuchar...de verdad, tienes mucha razón. Un beso, Chiara
Publicar un comentario
<< Home