viernes, septiembre 18, 2009

El Dorado

En estos 4 años he recibido todas las newsletters de Le Monde Diplomatique Chile, y muchas veces he pensado “que lata no estar ahí”. Por fin puedo volver a ver un documental el martes por la tarde. A las 18 horas en San Antonio 434, la sede de la librería de Le Monde. Un espacio siempre abierto a la ciudadanía, que se encuentra, conversa, discute, intercambia informaciones, opiniones y se informa, “Una Voz Clara en medio del Ruido”.
Hoy proyectan un documental sobre el proyecto minero Pascua Lama y no puedo perdérmelo. Estoy conectado en Internet y veo que también Javier está ahí. Javier Karmy es uno de los dos autores de un libro interesantísimo sobre Pascua Lama (“Pascua Lama: Conflicto Armado a Nuestras Espaldas”, con Bárbara Salinas), y naturalmente estará ahí porque su lucha sigue desde Santiago. Nos vemos ahí, también está Freddy un amigo que conocí hace 4 años durante un diplomado que cursé en la Universidad de Chile.
La sala de Le Monde está llena de gente y el documental “Mirages d'un Eldorado” es de verdad muy bueno: lo han hecho unos canadienses, se nota que tuvieron bastante recursos, pero el ejemplar su labor si pensamos sobre todo que también es canadiense la Barrick Gold, la empresa que ha desarrollado y quiere llevar adelante la explotación de una mina de oro en los Andes del Valle del Huasco, en la región de Atacama en el Norte del país. Una de las regiones más árida del Mundo, con uno de los desiertos más desierto y seco del Mundo.
“Si te falta agua, es porque te sobra minería” dice el lienzo que Javier y un compañero acaban de abrir y colgar a la pared. Esta frase resume todo perfectamente: ¿qué es lo que nos falta en este Mundo, y lo que nos sobra? Falta simplicidad, naturaleza, belleza, transparencia… sobra complejidad, artificialidad, monstruosidad y corrupción. A Pascua Lama y a la Barrick le sobra todo esto y le falta todo el resto.
“Creo que la Barrick es la empresa más mentirosa del Mundo, weón”, dice uno de los entrevistados que sale en el documental.

Quien va y quien viene

Estoy en Providencia con los Leones, espero la 403… al lado mío un cantor, con su guitarra, amplificación y un letrerito con el logo del Gobierno de Chile. En estos días he visto a varios cantores, pero él es el primero con este pase de reconocimiento. Cuando me regresé a Europa, los cantores del Sindicato estaban en ello, estaban luchando para poder conseguir el permiso de subirse a las micros del Transantiago sin que le cobraran el pasaje. Y lo han logrado. Sin embargo, también los que no hacen parte del Sindicato se suben igual, y a los choferes le da lo mismo…

Pero la diferencia se nota, se nota si alguien se sube para el dinero o por otra cosa. En cuanto lo veo me imagino que sea del Sindicato, así me acerco y le hablo: “Oye Usted es del Sindicado de Cantores Urbanos, verdad? – Así es – ¿y Hernán Báez sigue viviendo en Santiago o se fue a Valpo? – El Hernán, que loco, hace tiempo po que no veo al Hernán… creo que anda en España ahorita – ¿en España? Yo regreso a Chile y él se va a España? – así es la vida compadre, hay quien va y quien viene, pero si quieres esta tarde hay reunión, ahí podrás encontrar a los nuevos dirigentes – ¿En San Isidro verdad? – en San Francisco con 10 de Julio, ¿ubicai verdad? – Si po, ¡gracias!”

Así es la vida, esta vez me toca volver… el cantor se sube a la misma micro y empieza a cantar. Son canciones costumbristas, del Sur de Chile, de la “República Independiente de Magallanes”, pero bastante entretenida. Al final del repertorio hay espacio para una explicación histórica muy precisa sobre los términos en mapudungú, sobre el originen de las canciones. Parece una verdadera clase de historia de la música. La diferencia se nota, pero casi extraño al ciego de esta mañana, que sin cartelito, sin amplificación y con su flauta (mágica) me alegró el despertar con las notas de “Alturas” de Inti Illimani.

No soy cesante, esto es mi trabajo, así que cada colaboración es bienvenida”. Una gamba y medio también para él, pero me quedo con una sensación rara…