jueves, noviembre 16, 2006

un año menos... 16 de noviembre de 2006

Un año más, que se va,
un año más, cuántos se han ido.
Un año más, que más da,
cuántos se han ido ya.

Un año más, que se va,
un año más, que tú has vivido.
Un año más, qué más da,
si has gozado también has sufrido,
si has llorado también has reído,
Un año más, qué más da, cuantos se han ido ya.

Coro: Son quince, son veinte, son treinta,
cuarenta, cincuenta, sesenta...
No importa los años que tienes,
Es el tiempo el que no se detiene. S
on quince, son veinte, son treinta,
cuarenta, cincuenta, sesenta...
Un año más que más da,
Cuantos se han ido ya.

Un año más, qué se va,
un año más, cuántos se han ido,
Un año más, que más da,
Cuántos se han ido ya.

Un año más, que se va,
Un año más, que tú has vivido.
Un año más, que más da,
si has gozado también has sufrido,
si has llorado también has reído.
Un año más, que más da,
cuàntos se han ido ya.

Son quince, son veinte, son treinta,
cuarenta, cincuenta, sesenta...
No importa los años que tienes,
es el tiempo el que no se detiene.
Son quince, son veinte, son treinta
Cuarenta, cincuenta, sesenta...
Un año más, qué más da,
cuantos se han ido ya.
Un año más que más da,
cuántos se han ido ya.

La Sonora de Tommy Rey

miércoles, noviembre 01, 2006

Santiago de Chile

Allí ame a una mujer terrible,
llorando por el humo siempre eterno
de aquella ciudad acorralada
por símbolos de invierno.
Allí aprendí a quitar con piel el frío
y a echar luego mi cuerpo a la llovizna,
en manos de la niebla dura y blanca,
en calles del enigma.

Eso no está muerto,
no me lo mataron,
ni con la distancia,
ni con el vil soldado.

Allí entre los cerros tuve amigos
que entre bombas de humo eran hermanos.
Allí yo tuve más de cuatro cosas
que siempre he deseado.
Allí nuestra canción se hizo pequeña
entre la multitud desesperada:
un poderoso canto de la tierra
era quien más cantaba.

Hasta allí me siguió, como una sombra,
el rostro del que ya no se veía,
y en el oído me susurró la muerte
que ya aparecería.
Allí yo tuve un odio, una vergüenza,
niños mendigos de la madrugada,
y el deseo de cambiar cada cuerda
por un saco de balas.

(1973)

Silvio Rodríguez